jueves, 28 de mayo de 2009

El padre Alberto se refugia en California con su amante Ruhama


El culebrón continúa. Amor de costa a costa. De Florida a California. El padre Alberto Cutié, centro del escándalo desde primeros de mes en la comunidad católica hispana tras ser descubierto con una mujer en la playa de Miami Beach, sigue enamorado. Ha vuelto a ser descubierto con su amante. Se ha refugiado con ella al otro lado del país tras anunciar que se iba de ejercicios espirituales.


En un comunicado emitido tras aparecer hace tres semanas en sendos programas de televisión en español y en inglés, y después de pedir perdón nuevamente a quienes hubiera podido ofender con sus acciones, terminaba así: "Doy gracias a Dios por la compasión y el apoyo humano que he recibido de tantas personas en nuestra comunidad, especialmente los feligreses y oyentes de nuestras emisoras. Estaré haciendo un retiro espiritual durante varios días y pido sus oraciones".



Pero no especificaba qué tipo de retiro. Lo ha aclarado TVNotas, la misma revista que publicó las primeras fotografías. En el nuevo número titula en primera página con alarde fotográfico: "¿Cuál retiro espiritual? El padre Alberto ¡ya vive con su amante! Descubrimos su nidito de amor".



El sacerdote se fue a hacer sus ejercicios a Venice Beach, la conocida playa californiana, junto a su pareja, Ruhama Canellis. Según comentó el director de la revista en la cadena Univisión, que divulgó en un nuevo programa todos los vídeos grabados cuando se hicieron las primeras fotos, la pareja estaba en la casa de la productora que dio al popular padre sus primeras oportunidades en los medios de comunicación. Juan García dijo que salían por separado, incluso conduciendo coches distintos. En las imágenes de la terraza se ve a Ruhama con una Biblia.



El padre Cutié confesó en un primer momento que le había enamorado especialmente de ella su fe. Ruhama, sin hablar públicamente, ha emitido dos comunicados y en ambos terminaba pidiendo también las oraciones de la comunidad. En el primero rogaba respeto a su privacidad y la de su hijo de 14 años y en el segundo lo repetía y desmentía otro de los capítulos oscuros del escándalo.



TvNovelas, revista de la competencia, publicó una semana después de estallar el escándalo una foto de Ruhama con uno de los paparazzi que las hicieron. Las alarmas del montaje se dispararon. El argentino Lorenzo González lo ha negado, pero dejando la duda y anunciando que hará una película de la historia para sacar rentabilidad. Según él, el hecho de que las fotos se hicieran en febrero y no las vendiera hasta abril se debió a la presión de su mujer, que no quería dañar al sacerdote. Pero al final pudo más el negocio.



González confirmó que conocía a Ruhama desde hace años cuando ella también hacía fotografías por los rincones de Miami Beach con cámaras Polaroid. Ruhama ha matizado que nunca ha sido paparazzi, pero que sí le conocía y que se le acercó a disculparse. Negó el montaje: "A todos les digo que nunca sería capaz de hacerle daño a la persona que amo. Les ruego a los medios que no propaguen mentiras".



La moral del padre Alberto ha sido cuestionada por no haber anunciado públicamente su romance antes de ser pillado en situación no decorosa para un supuesto célibe. Pero especialmente se ha discutido cómo un hombre brillante y de éxito se ha expuesto de forma insólita a ser visto en lugares públicos y tan cercanos a su iglesia. Y se ha metido en un proceloso camino de mentiras o medias verdades cada vez más feo. Dijo haberse enterado de las fotos al verlas, pero el director de TVNotas le llamó el día antes de su publicación para contárselo. Incluso él volvió a llamar para saber si había más imágenes. Y en los vídeos se ve cómo Ruhama y él se dan cuenta de que les están grabando, pero el sacerdote contó que oyó a un vigilante de la playa avisar por teléfono.




Una ferviente católica y admiradora ya ha dicho: "No es que se enamore o que deje la Iglesia Católica. Es que el prestigio que tenía lo ha perdido y vaya adonde vaya ya nunca será igual".



De momento la parroquia de San Francisco de Sales en Miami Beach, que se llenaba de fieles y muchachas de buen ver en sus misas, ha visto cómo bajaba sensiblemente el personal. Falta la estrella y ya no hay manifestaciones a su favor.



La iglesia católica del sur de la Florida, con casi un millón de fieles, está en plena turbación. Tras pasar la primera gran tormenta de las denuncias por abusos sexuales de sacerdotes en los últimos años, le estalló la "bomba" del padre Alberto. Ayer, se conoció también que el arzobispo John C. Favalora, máxima jerarquía de la archidiócesis de Miami, ha decidido -debido a la crisis económica- el cierre o la reunificación de un número indeterminado de parroquias, de las 128 existentes en los condados de Miami Dade y Broward. La situación exige ahorrar. En enero, el arzobispo también decidió ya el cierre de varias escuelas, lo que provocó airadas protestas de muchos padres afectados.

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